Ciclo de Guitarras Románticas - Septiembre 2010 |
Guitarras en los salones del Buenos Aires romántico Asociación Argentina de Laúdes y Guitarras Antiguas www.aalga.com.ar Asociación de Amigos del Museo Larreta
1- Jueves 2 de septiembre, 20 hs. Mercedes García Blesa (Canto) Datos de los intérpretes: Este ciclo de conciertos recrea las tertulias musicales acontecidas en las grandes ciudades sudamericanas (particularmente en Buenos Aires) en tiempos de la constitución de las naciones luego del proceso de independización de la corona española. En los salones en que estas tertulias tenían lugar, se discutían los modelos ideológicos que irían configurando los grandes debates que surcan la historia de nuestro territorio. Entre café y citas a los grandes pensadores, presentaciones sociales y debates sobre la estabilidad monárquica o la arremetida revolucionaria, la música tomaba su lugar. Mixturada entre contradanzas, arias, minués, cielitos, aires nacionales y extranjeros, al son de guitarras, pianos, flautas, violines y voces... iba naciendo la patria. 100 años después, el tango del Centenario de la Patria ya era una realidad, así como la fuerza de la escuela guitarrística rioplatense. Heredado del siglo XVIII, el salón es la gran institución predominante donde se desarrolla la música en el Río de la Plata. Allí conviven los jóvenes burgueses librepensadores, mezclados con conservadores monárquicos inquisidores, entre discusiones alrededor de Rousseau y Voltaire, y se hacen un tiempo para escuchar y hacer música. La guitarra, con su característica variedad de timbres, proporcionaba la herramienta quizás mas interesante para realizar obras orquestales e inclusive óperas en versiones solistas o en formaciones camarísticas pequeñas como, por ejemplo , el dúo de guitarras,el duo de guitarra y canto, guitarra y flauta, y guitarra con piano. Este repertorio mantenía a los pobladores de esta alejada aldea informados y relativamente actualizados de las novedades musicales de su entrañable Europa. Las pequeñas obras de Fernando Sor, las versiones libres de Rossini por Mauro Giuliani y las composiciones de Ferdinando Carulli acercaban a manos de intérpretes aficionados y profesionales el repertorio consagrado de autores famosos como Mozart, el nombrado Rossini y otros populares en la época. Compositores como Carulli y Giuliani eran frecuentados en los repertorios de la Buenos Aires de 1810. Así consta en los programas de conciertos con entrada paga que se brindaban en las “Academias de Música Instrumental”, antecesoras de los actuales Conservatorios. Estas obras para flauta (o violín) y guitarra fueron escuchadas asiduamente, ya que estos instrumentos, entre otros, eran los preferidos por los muchos aficionados a la música que habitaban la Ciudad. Al doblar el año 1830 se sienten las primeras auras del romanticismo en el Río de la Plata, que combina una vena política y poética española y francesa, y una estirpe musical exclusivamente italiana. Los fundadores de esta corriente son jóvenes de antiguas familias rioplatenses que han marchado a Europa a completar su educación y vuelven tocados por “el mal del siglo”: una melancolía nostálgica que se expresará luego en sus lamentaciones poéticas de peregrinos o en sus piezas pianísticas. Los salones de esta época se nutren de temática revolucionaria con airadas discusiones entre racionalistas, enciclopedistas, sansimonianos, y a la vez comienza a discutirse la idea de dotar a la música de un contenido nacional. Entre los jóvenes participantes de las reuniones se cuentan Esteban Echeverría y Nicanor Albarellos, ambos de comprobada actividad musical y frecuentes animadores de las tertulias, guitarra en mano. En estos tiempos de agudas controversias políticas, los emigrados argentinos del régimen rosista -que no era afecto a este tipo de discusiones- llegan en grueso a Montevideo y sus obras circulan profusamente allí. E .Echeverría, N. Albarellos, José Mármol, Juan Bautista Alberdi, Juan M. Gutiérrez, Bartolomé Mitre y Domingo F. Sarmiento publican sus obras en esta ciudad en la que también se oyen los acordes de la música que confortan el exilio. De regreso a Buenos Aires una vez que cambió el clima político, Albarellos reabre en su casa de Olivos la actividad de un salón artístico en el que se presentarán numerosos músicos, entre ellos el guitarrista uruguayo Fernando Cruz Cordero. Este abogado de profesión, desarrolló un bello arte guitarrístico, acrecentado por su vínculo- iniciado en París- con el español José María de Ciebra, quien le dedicara obras. Con los festejos del Centenario, llegaron las adhesiones de Francia, Italia, España, Alemania y Estados Unidos, y a través de más de un centenar de grabaciones de música criolla interpretada por bandas en cuyo repertorio prevalecían los tangos. Del mismo modo, compositores argentinos dedicaron abundante repertorio de tango, recodando a través de sus títulos y letras la epopeya. Entre ellos se destacan los tangos: “25 de Mayo” de Eduardo Arolas, “Independencia” de Alfredo Bevilacqua cuya dedicatoria reza: “A mi patria con motivo del Centenario: Buenos Aires, 25 de Mayo 1910” y el tango “La Infanta” dedicado por Vicente Greco a la visita de Isabel de Borbón, Infanta de España, con motivo de los festejos del Centenario
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